Estamos en pleno invierno y las previsiones son alarmantes ya que se pronostica un invierno lleno de lluvias, nieve, heladas y vientos. Este hecho hace que vuelvan a aparecer en el debate social problemas como el encarecimiento del gas y la electricidad, las construcciones antiguas mal aisladas de familias vulnerables, la falta de ayudas para la eficiencia energética y los problemas de salud y sociales derivados de la pobreza energética. Este último término engloba una gran problemática de la que nuestro país lleva años sin hacerse cargo: la pobreza energética. Un concepto que engloba muchas variables y que puede afectar a más familias de las que nos imaginamos.
En este artículo nos gustaría comentar sobre este concepto para entender a fondo qué es la pobreza energética, cómo se puede reducir y por último, las principales ayudas para la eficiencia energética y medidas de las que nos podemos beneficiar para no llegar a sufrir la pobreza energética en nuestro hogar.
¿Qué significa la pobreza energética?
Para entenderlo, la pobreza energética es la incapacidad que tiene una familia para conseguir por sus propios medios pagar los servicios domésticos básicos de energía o gas. En otras palabras, una familia que se considere pobre energéticamente es porque no puede asumir todos los costes materiales y económicos para mantener su casa en unas condiciones climáticas y ambientales saludables.
Para entender porqué la pobreza energética es un problema en nuestro país, nos gustaría citar algunos datos que lanza la Cruz Roja en su artículo:
- 9 de cada 100 personas están lejos de mantener su casa a la temperatura recomendada por la OMS en invierno, esto es de entre 18 y 22 grados. Y a 25 en verano.
- El perfil genérico de la pobreza energética es: Mujer adulta con menores de 16 años a su cargo.
- Andalucía es la Comunidad Autónoma con más índice de pobreza energética.
- La factura de los hogares españoles ha aumentado en el último año un 70%.
Todos estos datos nos muestran que hay situaciones familiares en las que llegar a todos los servicios se hace tremendamente complicado. Muchas de estas familias tienen que enfrentarse mensualmente a decisiones crueles como: comida o calefacción; ducharse o lavar la ropa; comprar material escolar o calentar las habitaciones; etc. Enfrentarse mensualmente a estos dilemas es la pobreza energética.
¿Qué causa la pobreza energética?
Las principales causas de la pobreza energética son: la falta de una buena economía del hogar que permita acceder a los servicios de energía necesarios y habitar una vivienda con infraestructuras antiguas y deficientes que les impide tener un buen aislamiento. Estas dos causas son determinantes para que una familia caiga fácilmente en la pobreza energética.
No obstante, siempre que se habla de problemas sociales como es la pobreza energética, es justo entender que en la vida de una persona siempre entran en juego miles de factores que pueden desembocar en beneficio o prejuicio de nuestra vida en sociedad. Y en este caso también tenemos que recordar que erradicar una situación de pobreza energética no es tan sencillo como solucionar el problema económico y el problema de vivienda. Y es que, en torno a estos casos, encontramos una gran cantidad de factores sociales, climáticos, culturales, educativos, económicos y familiares que entran en esta ecuación.
¿Cómo se puede reducir la pobreza energética?
Hablar de la solución de este problema es también hablar de muchos factores. Como comentábamos anteriormente, las causas son diversas y así lo son las soluciones. No obstante, podemos distinguir estructuras en las que podemos focalizar la resolución o paliación de este problema:
1. A nivel particular ayudando a familiares, vecinos, asociaciones o ONG’s
A nivel particular nos podemos encontrar con dos situaciones. En primer lugar, si en tu hogar estáis sufriendo de pobreza energética, puedes acudir a asociaciones, organizaciones sin ánimo de lucro o a los servicios sociales del gobierno para intentar encontrar soluciones y apoyo a tu situación particular. Además, te interesará leer este artículo en el que hablamos sobre ‘Formas baratas para calentar tu casa’, un artículo en el que te damos algunos consejos prácticos y económicos que puedes implementar en tu casa para que mejores el aislamiento, mantengas una buena temperatura y procures que tu familia esté el máximo tiempo posible en buenas condiciones climáticas.
En segundo lugar, si en tu casa no tienes este problema pero te preocupa el tema, siempre puedes empezar por los que tienes más cerca como familia, amigos o vecinos y comprobar cuáles son sus necesidades y ver si puedes hacer algo por ellos. Si toda tu red no necesita ayuda puedes colaborar con asociaciones o organizaciones no gubernamentales que ayuden a los más necesitados.
2. A nivel estatal existen ayudas enfocadas a este problema
Por otro lado, y obviamente la forma legítima de atender a este problema, existen medidas desde el Gobierno. Entre las medidas políticas podemos distinguir dos tipos de ayudas. Por un lado están las ayudas directas destinadas a solucionar un problema ya existente en los hogares vulnerables como, por ejemplo, los bonos sociales, bonos térmicos o servicios sociales (hablaremos más adelante). Y por otro lado, podemos encontrar ayudas para la eficiencia energética que son medidas indirectas, pensadas para prevenir que en el futuro se produzcan situaciones de pobreza energética. Estas últimas se enfocan a que las familias tengan electrodomésticos y aparatos que les ayuden a ser más eficientes y gastar menos dinero en sus servicios:
Estrategia nacional contra la pobreza energética 2019 - 2024
Anteriormente hablábamos de las ayudas directas que existen para paliar la pobreza energética. Es decir, ayuda económica urgente que deben recibir las familias más vulnerables para que puedan aclimatar su casa de forma adecuada. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publican cada año los datos relacionados con la pobreza energética y en su última actualización correspondiente al año 2021 se muestra que uno de los factores que más ha empeorado en los últimos años ha sido el de los hogares que no son capaces de mantener una temperatura adecuada en la vivienda en invierno, pasando de un 9,1% en el año 2018 a un 14,3% en el 2021.
En el marco de esta estrategia encontramos algunas de las ayudas como:
Bono social eléctrico
Se trata de un descuento en la factura eléctrica que puede ir desde el 25% hasta el 50% en los casos de más vulnerabilidad. Una de las principales condiciones es que tengas contratado el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). Además, tendrás que entrar en alguna de las circunstancias familiares y de renta que establecen como vulnerables y que puedes encontrar en la página oficial de la ayuda.
Bono social térmico
Esta ayuda se centra en los hogares más vulnerables que tienen dificultad para pagar los servicios térmicos como la calefacción, el agua caliente o la cocina. Esta ayuda suele darse de forma complementaria al bono social eléctrico. Puedes informarte sobre esta y demás ayudas llamando al teléfono de la Administración en el 060.
Programa PREE
Esta ayuda es concedida a las Comunidades Autónomas para que rehabiliten con un enfoque de eficiencia energética los edificios y casas de familias vulnerables.
Servicios Sociales
Para casos más concretos que no entran en los cánones generales de ayudas, siempre existe la posibilidad de contactar con los Servicios Sociales, un programa de ayuda estatal que te guiarán y acompañarán en tus necesidades más vitales.
Medidas de BLUETTI contra la pobreza energética
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